Inyecciones de Fármacos Intravítreos o intraoculares
¿Qué es la inyección intravítrea?
La inyecciones intravítreas de fármacos consisten en la inyección del mismo en el interior del globo ocular, concretamente en el interior de la cavidad vítrea. El vítreo es el gel que rellena la parte posterior del ojo y que está en contacto con la retina. La administración de fármacos en el interior del vítreo facilita una actuación más rápida de los mismos y permite alcanzar concentraciones más elevadas que si se administran por otras vías.
¿En qué casos se realiza?
Puede ser necesario administrar fármacos dentro del vítreo para el tratamiento de infecciones dentro del ojo (tras intervenciones o traumatismos), inflamaciones (uveítis posteriores), edema macular diabético, edema tras trombosis venosa, edema macular pseudofáquico y degeneración macular asociada a la edad de tipo exudativo (DMAE). Los casos más frecuentes son los tres últimos, realizándose además inyecciones repetidas del fármaco en el mismo ojo a lo largo del tiempo.
¿En qué consiste?
Aunque puede en un principio resultar estresante para el paciente pensar en la posibilidad de tener que inyectar alguna sustancia dentro del ojo, es un procedimiento relativamente sencillo e indoloro. Excepto en el caso de infecciones intraoculares que por ser una enfermedad ya de por sí dolorosa, requiere realizar la inyección bajo anestesia peribulbar (inyectada alrededor del ojo), la inyección de los fármacos en el resto de patologías se realiza bajo anestesia tópica, gotas.
Los fármacos inyectados varían según la enfermedad a tratar: antibióticos para infecciones, cortidoides para inflamación y edema macular tras trombosis venosa, fármacos antiVEGF para el control de la DMAE exudativa o el edema macular diabético. En cualquiera de los casos, los fármacos vienen ya preparados comercialmente para su inyección en vítreo o se preparan en condiciones estériles para tal fin a concentraciones que se ha demostrado no son tóxicas para la retina.
La inyección se realiza en un tiempo muy breve, el que dura la inyección de la sustancia, bajo anestesia tópica y el paciente puede abandonar el centro poco después. Aunque se trata de un proceso sencillo y realizado en numerosos pacientes hoy día, de forma repetida para el control de la DMAE exudativa y el edema macular diabético, no está exento de riesgos, entre ellos la infección, y el paciente debe acudir rápidamente al centro si presenta dolor, disminución de visión o enrojecimiento del ojo en los días posteriores a la inyección.
¿Qué es la inyección intravítrea?
La inyecciones intravítreas de fármacos consisten en la inyección del mismo en el interior del globo ocular, concretamente en el interior de la cavidad vítrea. El vítreo es el gel que rellena la parte posterior del ojo y que está en contacto con la retina. La administración de fármacos en el interior del vítreo facilita una actuación más rápida de los mismos y permite alcanzar concentraciones más elevadas que si se administran por otras vías.
¿En qué casos se realiza?
Puede ser necesario administrar fármacos dentro del vítreo para el tratamiento de infecciones dentro del ojo (tras intervenciones o traumatismos), inflamaciones (uveítis posteriores), edema macular diabético, edema tras trombosis venosa, edema macular pseudofáquico y degeneración macular asociada a la edad de tipo exudativo (DMAE). Los casos más frecuentes son los tres últimos, realizándose además inyecciones repetidas del fármaco en el mismo ojo a lo largo del tiempo.
¿En qué consiste?
Aunque puede en un principio resultar estresante para el paciente pensar en la posibilidad de tener que inyectar alguna sustancia dentro del ojo, es un procedimiento relativamente sencillo e indoloro. Excepto en el caso de infecciones intraoculares que por ser una enfermedad ya de por sí dolorosa, requiere realizar la inyección bajo anestesia peribulbar (inyectada alrededor del ojo), la inyección de los fármacos en el resto de patologías se realiza bajo anestesia tópica, gotas.
Los fármacos inyectados varían según la enfermedad a tratar: antibióticos para infecciones, cortidoides para inflamación y edema macular tras trombosis venosa, fármacos antiVEGF para el control de la DMAE exudativa o el edema macular diabético. En cualquiera de los casos, los fármacos vienen ya preparados comercialmente para su inyección en vítreo o se preparan en condiciones estériles para tal fin a concentraciones que se ha demostrado no son tóxicas para la retina.
La inyección se realiza en un tiempo muy breve, el que dura la inyección de la sustancia, bajo anestesia tópica y el paciente puede abandonar el centro poco después. Aunque se trata de un proceso sencillo y realizado en numerosos pacientes hoy día, de forma repetida para el control de la DMAE exudativa y el edema macular diabético, no está exento de riesgos, entre ellos la infección, y el paciente debe acudir rápidamente al centro si presenta dolor, disminución de visión o enrojecimiento del ojo en los días posteriores a la inyección.