Las glándulas de Meibomio se encuentran dentro del párpado, tanto en el superior como en el inferior.
Cada una de las glándulas de Meibomio produce una secreción aceitosa que se libera a través de unos orificios situados detrás de la base de las pestañas, y pasa a formar parte de la lágrima natural conociéndose como “capa lipídica”.
Esta capa contribuye a la buena calidad de la lágrima, favoreciendo que se reparta correctamente y retrasando su evaporación. Cuando la capa lipídica es insuficiente, puede aparecer sequedad ocular.
En la Disfunción de las Glándulas de Meibomio (DGM) existe un mal funcionamiento de estas glándulas. Generalmente producen menor secreción y de mala calidad, pudiéndose llegar a obstruir los orificios.
En la DGM puede verse afectada la lágrima, con síntomas de sequedad ocular como escozor, picor, enrojecimiento ocular, sensación de cuerpo extraño, fotofobia (intolerancia a la luz), malestar ocular dolor ocular, parpadeo excesivo, visión borrosa...
El tratamiento de la DGM debe basarse en calor y masaje para fundir los lípidos ubicados dentro de las glándulas y liberarlo mediante el masaje.
La limpieza del párpado se incluye en el tratamiento de la DGM para eliminar posibles secreciones adheridas.
1. Pérdida y alteración de las glándulas de Meibomio
2. Obstrucción de las glándulas
3. Secreción escasa y densa
4. Borde inflamado y engrosado
5. Pérdida de pestañas
6. Muescas en el margen
7. Chalación/Orzuelo
8. Secreción en pestañas y costras
Cada una de las glándulas de Meibomio produce una secreción aceitosa que se libera a través de unos orificios situados detrás de la base de las pestañas, y pasa a formar parte de la lágrima natural conociéndose como “capa lipídica”.
Esta capa contribuye a la buena calidad de la lágrima, favoreciendo que se reparta correctamente y retrasando su evaporación. Cuando la capa lipídica es insuficiente, puede aparecer sequedad ocular.
En la Disfunción de las Glándulas de Meibomio (DGM) existe un mal funcionamiento de estas glándulas. Generalmente producen menor secreción y de mala calidad, pudiéndose llegar a obstruir los orificios.
En la DGM puede verse afectada la lágrima, con síntomas de sequedad ocular como escozor, picor, enrojecimiento ocular, sensación de cuerpo extraño, fotofobia (intolerancia a la luz), malestar ocular dolor ocular, parpadeo excesivo, visión borrosa...
El tratamiento de la DGM debe basarse en calor y masaje para fundir los lípidos ubicados dentro de las glándulas y liberarlo mediante el masaje.
La limpieza del párpado se incluye en el tratamiento de la DGM para eliminar posibles secreciones adheridas.
1. Pérdida y alteración de las glándulas de Meibomio
2. Obstrucción de las glándulas
3. Secreción escasa y densa
4. Borde inflamado y engrosado
5. Pérdida de pestañas
6. Muescas en el margen
7. Chalación/Orzuelo
8. Secreción en pestañas y costras